martes, enero 17, 2012

Debo alejarme...

De tí, de mí, del nosotros que no existe. De la



 vida, de la muerte, de la piel, de los silencios...
OBRA EN RE-CONSTRUCCIÓN.

Se va liberando el veneno poco a poco,

construyendo ladrillo a ladrillo una muralla que contenga las emociones que se me desbordan.

Porque al final de todo yo he provocado toda esta maraña de pensamientos e ideas platónicas,
 porque soy la única responsable de lo que me pasa.

Porque al mundo ni le va ni le viene.

Porque al mundo no le importo, el sigue girando.

Porque he de sangrar en soledad esta herida.

sábado, enero 07, 2012

AVISO ECONÓMICO.




Te curé las heridas con mis besos, te limpié la memoria con mi piel. Transcurrido un tiempo tú volaste y en mí no derramaste ni una mirada. Partiste con las arcas llenas de caricias, para donarlas a otra mujer, dama que te encontró gozoso, purificado del pasado. Mientras que yo me quedé con el sabor amargo d ...e tus desamores en la boca y más hielo en el corazón.



Ahora convencida de este don que me brindó la naturaleza, me preparo para cobrar por mis servicios. Que al final de cuentas, el amor es cosa de mercenarios, de buitres egoístas, de mutaciones cardiacas y fenómenos. No importa ya que con cada proceso spa, arrastre secreciones viscosas a este órgano que acecha bajo mis costillas, pero que está ya muerto de no latir, de no vibrar en la misma sintonía con otro ser.



Les ofrezco mi virtud para que se aprovechen de ella y mi existencia tenga algún fin.



No les cobraré mucho, qué tanto son unas monedas por mandar al bote de basura los dolores y frustraciones en el ámbito amoroso. Mi cuota es mínima, porque la demanda es alta. Vengan a mí que soy la carroñera del desamor, vengan, aquí todos serán recompensados y cada centavo me agradecerán eternamente mis humildes servicios.




Vengan ahora y olviden que el amor es corrosivo y duele, y arde, reconstruiré estéticamente los huecos, los trozos de carne que se pierden con cada nuevo descarrilamiento.
SILENCIO.




Los silencios siguen siendo más elocuentes que las palabras. Por eso, me sumerjo lentamente en tus pausas, en tu manera de mirarme bajo los ojos cerrados, en las caricias que se esconden en tus puños, en la sal secreta que resbala sobre mi mejilla.



Con tu silencio, te siento más cerca cada vez, y es que hay algo en la vacuidad, donde nada vive, donde ni el amor muere, donde tú por fin existes.



Me envuelve cálidamente tu mutismo, descifrando los misterios de este cariño incomprensible entre los dos. Tú, el silencio de un beso a media tarde con el atardecer de tus piernas en mi cama.