lunes, agosto 06, 2012

TE ESPERO



El hombre que yo espero, está tan ensimismado en sus recuerdos que cuando vuelva al presente, tendrá que buscarme como huella lejana entre el polvo de las sábanas podridas, en los restos de saliva de los besos de aquellos profanadores de tejedoras Penélopes, en las palabras de juglares que cantan las historias de traición como contra-hazañas propias de la guerra de los Ulises carcomidos por las imágenes del pasado.

Esos hombres que recuerdan y sonríen, lejanos, intangibles, no les queda más que a su regreso, cosechar los detritus de las caricias y llevarlos a un pedestal de su museo personal para continuar el ciclo de la contemplación de lo que se perdieron.

REGALO


 A estas alturas del partido ya no me importa qué pienses de mi amor, este amor de uno que fluye en una sola dirección. Este amor que llegó sin avisar, que se filtró reptando hasta la médula y que es de desalojo difícil. Te lo entrego puro y perfecto, vulnerable cual capullo. Si lo arrugas y lo tiras a la basura me da lo mismo, el amor cuando se pare duele, pero vale cada segundo de su palpitar.

Luz, oscuridad y medias tintas



Hay un punto donde se parecen tanto los amaneceres a los ocasos que sólo el tiempo define qué viene después de esa disminución de luz, de esa apariencia azulosa, borrosa, que predispone al hundimiento.
En esos minutos apenas, donde el final es un misterio, es cuando el arma de fuego deseosa por vaciarse, seduce los sentidos y las palmas acarician sensualmente la orilla del gatillo. Y surgen las preguntas sin respuesta, las súplicas sin eco, el dolor arenoso de la soledad. Terminar con esto de una vez, o esperar y ver si esa neblina azul en el horizonte se convierte en sombras o en luz de un nuevo día.

miércoles, agosto 01, 2012

ENCUENTROS


 Es increíble como también los seres con las almas rotas, se encuentran, coinciden, agotados de tanto caminar con los vientres vacíos y las manos llenas de arena.

Porque cada vez que se atreven a amar, la vida les retribuye su esfuerzo con una bofetada de palabras manchadas de ironía.
...

Su corazón en retazos, carne en descomposición, anhelada por el tiempo, buitre de los deshechos.

Estos seres al toparse, se dan besos de fe caduca, de pactos rotos a perpetuidad, de cicatrices existenciales, caricias inversas en las miradas.

Y se van, sin despedirse, sin un hasta luego, sin siquiera preguntar el nombre. Siguen su camino, en la carretera calvario donde tantos humanos han dejado huellas con sus trozos de pies.