DESEO, DESEO, DESEO.
Si supieras cuánto curaste mi alma
Siempre acechada por los vientos del desdén,
No caminarás jamás en la oscuridad del desamor,
Vagando con los ojos y sin esperanza.
La brisa de tus besos llenaron mi corazón
De caricias empapadas en el mar de la ternura,
Y el mar me tocó los pies con olas rosadas,
Olas que llevaron mi espíritu
A la isla del deseo.
Y el deseo me invadió hasta perderme
En el abismo de tu cuerpo.