INVITACIÓN
Para todos aquellos que una vez cada tercer día se hartan de vivir, de encajar, de adaptarse al medio ambiente cada vez más hostil y agobiante. A esas personas que son todavía atacadas aún en nuestros días por pensar diferente, por discernir del camino que siguen los borregos, la moda, los fanáticos. Esos individuos que dejaron de ser ciudadanos grises para convertirse en seres pensantes con criterio propio.
A los que crean en lo que yo creo y a los que no.
Aun cuando a algunos les parezca tan ingenua y vulnerable. Sólo una Alicia soñadora viviendo a ratos aquí y a ratos en el País del Nunca Jamás. Sí, del Nunca Jamás, no es que haya olvidado el título, lo grito a los 4 vientos y los 4 puntos cardinales. La imaginación nos guía a través de sitios increíbles, a mundos donde reina la armonía y donde todo es felicidad y risas y luz y la unidad. Un lugar donde los extremos se tocan, como hojas acariciadas por el murmullo del viento. No más corrupción, no más violencia.
Sí, mi país del Nunca Jamás es mi país de las maravillas, un sitio donde todo es posible. El lugar donde voy a guarecerme después de un día agotada de luchar contra el tumulto, contra el ruido, contra las mentes cuadradas manipuladas por la frivolidad.
Ahora mismo me preparo para partir, alguno de ustedes quiere acompañarme?
miércoles, julio 09, 2008
domingo, junio 29, 2008
NEUTRO
Esta noche no quiero que me toques con lascivia,
quiero que me mires lentamente,
que te embriagues de mi piel.
Recórreme con tus dedos sólo para que
la sensación te haga viajar a universos sin tiempo.
Acaríciame con tus ojos
limpia el polvo que anida entre mis poros.
Comparte tu humedad y calor con lo eterno.
Cantemos frente al horizonte observando los mil matices de la luz
y despidámonos ahora.
Que no quede rastro en la memoria,
ni marcas en la piel.
Para que las imágenes no nos aten,
ni las caricias se pudran
en el inevitable estanque de la rutina.
Esta noche no quiero que me toques con lascivia,
quiero que me mires lentamente,
que te embriagues de mi piel.
Recórreme con tus dedos sólo para que
la sensación te haga viajar a universos sin tiempo.
Acaríciame con tus ojos
limpia el polvo que anida entre mis poros.
Comparte tu humedad y calor con lo eterno.
Cantemos frente al horizonte observando los mil matices de la luz
y despidámonos ahora.
Que no quede rastro en la memoria,
ni marcas en la piel.
Para que las imágenes no nos aten,
ni las caricias se pudran
en el inevitable estanque de la rutina.
jueves, junio 12, 2008
Buscando entre lunas
Te he buscado por innumerables parajes, te he buscado entre los hombres, entre edificios de concreto y cristal.
He deseado con fuego, gritado al viento, atravezado vibraciones en el agua.
Hay ocasiones en que escucho un sonido ahogado entre hiel, otras veces percibo aromas florales.
Sólo son quimeras, monstruos horrorosos creados por mi imaginación vacilante.
Pero no estás, no existes acaso? Nunca escuchas, no respondes.
Y ya estoy cansada de esperar, todas las noches relleno las lámparas pero tú sigues sin venir.
He desgarrado la piel que me cobija y el llanto ha hecho caminos y erosionado el alma.
Te he buscado por innumerables parajes, te he buscado entre los hombres, entre edificios de concreto y cristal.
He deseado con fuego, gritado al viento, atravezado vibraciones en el agua.
Hay ocasiones en que escucho un sonido ahogado entre hiel, otras veces percibo aromas florales.
Sólo son quimeras, monstruos horrorosos creados por mi imaginación vacilante.
Pero no estás, no existes acaso? Nunca escuchas, no respondes.
Y ya estoy cansada de esperar, todas las noches relleno las lámparas pero tú sigues sin venir.
He desgarrado la piel que me cobija y el llanto ha hecho caminos y erosionado el alma.
Pero mi cuerpo es tenaz, seguiré mi recorrido aunque tenga que buscarte entre todas las arenas del desierto, el vapor de agua de las nubes, los rayos calcinantes del sol que ya no anima más a este saco de polvo y piedra.
Y si no logro encontrarte, qué más da, mi compañera muerte hará el trabajo requerido.
lunes, junio 09, 2008
INSTINTO "ANIMAL"?
Hay muchas definiciones de instinto, se sabe que el instinto es un concepto contrario al pensamiento estructurado que nos confiere la razón. Tenemos al instinto como algo primitivo, como resortes, como el condicionamiento de los experimentos de pavlov. Conocemos el instinto de conservación, el instinto vital, el instinto de agresión, el instinto sexual, el del juego, el epistemológico. Todos ellos son conductas innatas, son impulsos incontrolables.
Sin embargo, yo me pregunto. Las acciones a las que etiquetamos como la manifestación del instinto nos protegen de sufrir un daño físico o de la extinción como especie. Son "conductas" que tal vez de tanto ejecutarlas, se vuelven automáticas y se graban en la materia gris como buriladas con fuego.
En la actualidad los seres humanos han desarrollado diversas estrategias adaptativas, dependientes de las circunstancias y peligros que nos presenta el medio que nos rodea. No será posible que estas estrategias de sobrevivencia se vuelvan hábitos y después de muchas repeticiones se conviertan en opciones de salida, de escape, de protección, que se activen como resortes al igual que las acciones a las que llamamos "instinto".
No sé si tal vez dentro de 80 años esas "estrategias" actuales también sean reconocidas como algo innato, algo primitivo, algo que se hace sin detenerse a pensar o a evaluar factores. Tal vez la adaptabilidad o evolución humana de hoy bien razonada, equilibrada se haga parte de nosotros tan profundamente que pase a formar parte del "museo" de la "animalidad, de la inconciente lucha por sobrevivir física, emotiva o espiritualmente. En busca de la permanencia del individuo y de la especie.
Hay muchas definiciones de instinto, se sabe que el instinto es un concepto contrario al pensamiento estructurado que nos confiere la razón. Tenemos al instinto como algo primitivo, como resortes, como el condicionamiento de los experimentos de pavlov. Conocemos el instinto de conservación, el instinto vital, el instinto de agresión, el instinto sexual, el del juego, el epistemológico. Todos ellos son conductas innatas, son impulsos incontrolables.
Sin embargo, yo me pregunto. Las acciones a las que etiquetamos como la manifestación del instinto nos protegen de sufrir un daño físico o de la extinción como especie. Son "conductas" que tal vez de tanto ejecutarlas, se vuelven automáticas y se graban en la materia gris como buriladas con fuego.
En la actualidad los seres humanos han desarrollado diversas estrategias adaptativas, dependientes de las circunstancias y peligros que nos presenta el medio que nos rodea. No será posible que estas estrategias de sobrevivencia se vuelvan hábitos y después de muchas repeticiones se conviertan en opciones de salida, de escape, de protección, que se activen como resortes al igual que las acciones a las que llamamos "instinto".
No sé si tal vez dentro de 80 años esas "estrategias" actuales también sean reconocidas como algo innato, algo primitivo, algo que se hace sin detenerse a pensar o a evaluar factores. Tal vez la adaptabilidad o evolución humana de hoy bien razonada, equilibrada se haga parte de nosotros tan profundamente que pase a formar parte del "museo" de la "animalidad, de la inconciente lucha por sobrevivir física, emotiva o espiritualmente. En busca de la permanencia del individuo y de la especie.
miércoles, mayo 28, 2008
- Ay dolor, ya me volviste a dar.
- Esa no, porque me duele.
y...
- Ya no le peguen a ese perro, mejor... tírenle un hueso.
Frases populares que se evocan cuando hay vacío en el corazón. Pero para que vean que también los cultos sufren, ahí les va esta y saquen la caja de pañuelos deshechables!!
Pablo Neruda
- Esa no, porque me duele.
y...
- Ya no le peguen a ese perro, mejor... tírenle un hueso.
Frases populares que se evocan cuando hay vacío en el corazón. Pero para que vean que también los cultos sufren, ahí les va esta y saquen la caja de pañuelos deshechables!!
Pablo Neruda
Barcarola
Si solamente me tocaras el corazón,
si solamente pusieras tu boca en mi corazón,
tu fina boca, tus dientes,
si pusieras tu lengua como una flecha roja
allí donde mi corazón polvoriento golpea,
si soplaras en mi corazón, cerca del mar, llorando,
sonaría con un ruido oscuro, con sonido de ruedas de tren con sueño,
como aguas vacilantes,
como el otoño en hojas,
como sangre,
con un ruido de llamas húmedas quemando el cielo,
sonando como sueños o ramas o lluvias,
o bocinas de puerto triste;
si tú soplaras en mi corazón, cerca del mar,
como un fantasma blanco,
al borde de la espuma,
en mitad del viento,
como un fantasma desencadenado, a la orilla del mar, llorando.
Como ausencia extendida, como campana súbita,
el mar reparte el sonido del corazón,
lloviendo, atardeciendo, en una costa sola,
la noche cae sin duda,
y su lúgubre azul de estandarte en naufragio
se puebla de planetas de plata enronquecida.
Y suena el corazón como un caracol agrio,
llama, oh mar, oh lamento, oh derretido espanto
esparcido en desgracias y olas desvencijadas:
de lo sonoro el mar acusa
sus sombras recostadas, sus amapolas verdes.
Si existieras de pronto, en una costa lúgubre,
rodeada por el día muerto,
frente a una nueva noche,
llena de olas,
y soplaras en mi corazón de miedo frío,
soplaras en la sangre sola de mi corazón,
soplaras en su movimiento de paloma con llamas,
sonarían sus negras sílabas de sangre,
crecerían sus incesantes aguas rojas,
y sonaría, sonaría a sombras,
sonaría como la muerte,
llamaría como un tubo lleno de viento o llanto
o una botella echando espanto a borbotones.
Así es, y los relámpagos cubrirían tus trenzas
y la lluvia entraría por tus ojos abiertos
a preparar el llanto que sordamente encierras,
y las alas negras del mar girarían en torno
de ti, con grandes garras, y graznidos, y vuelos.
¿Quieres ser fantasma que sople, solitario,
cerca del mar su estéril, triste instrumento?
Si solamente llamaras,
su prolongado són, su maléfico pito,
su orden de olas heridas,
alguien vendría acaso,
alguien vendría,
desde las cimas de las islas, desde el fondo rojo del mar,
alguien vendría, alguien vendría.
Alguien vendría, sopla con furia,
que suene como sirena de barco roto,
como lamento,
como un relincho en medio de la espuma y la sangre,
como un agua feroz mordiéndose y sonando.
En la estación marina
su caracol de sombra circula como un grito,
los pájaros del mar lo desestiman y huyen,
sus listas de sonido, sus lúgubres barrotes
se levantan a orillas del océano solo.
martes, mayo 06, 2008
LOS TRES ÚLTIMOS DESEOS DE ALEJANDRO, EL GRANDE
Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:
1 - Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los propios médicos de la época.
2 - Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas... ),fueran esparcidos por el camino hasta su tumba y ...
3 - Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.
Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuales eran sus razones. Alejandro le explicó:
1 - Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para asi mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar.
2 - Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.
3 - Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos.
Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:
1 - Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los propios médicos de la época.
2 - Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas... ),fueran esparcidos por el camino hasta su tumba y ...
3 - Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.
Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuales eran sus razones. Alejandro le explicó:
1 - Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para asi mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar.
2 - Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.
3 - Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos.
lunes, enero 28, 2008
SOLICITUD
Existe la frase: "Nadie es indispensable en esta vida", pero yo me declaro en contra. Yo creo que los seres que me rodean son todos indispensables.
Soy adicta al afecto, a los abrazos no pedidos, a las caricias que intercambian dos extraños. No se habla de promiscuidad cuando lo que se comunican son las almas.
Los espíritus son testigos mudos cuando los cuerpos se entregan. Los besos son mensajes encriptados de un lenguaje común y antiguo.
Por eso te pido, ciudadano del mundo que me quieras poco, quiéreme lento para nunca empalagarme del sabor de tu piel, de la textura de tu ser.
Dijo Vinicio Du Morais: "El amor es eterno mientras dura", quiéreme este instante para que lo infinito se junte en la ley del eterno retorno y podamos reencontrarnos en un espacio o tiempo indefinidos.
Ahora basta de palabras, bésame ahora, tócame el alma destrozada y reconstruye lo que me queda de divino.
Existe la frase: "Nadie es indispensable en esta vida", pero yo me declaro en contra. Yo creo que los seres que me rodean son todos indispensables.
Soy adicta al afecto, a los abrazos no pedidos, a las caricias que intercambian dos extraños. No se habla de promiscuidad cuando lo que se comunican son las almas.
Los espíritus son testigos mudos cuando los cuerpos se entregan. Los besos son mensajes encriptados de un lenguaje común y antiguo.
Por eso te pido, ciudadano del mundo que me quieras poco, quiéreme lento para nunca empalagarme del sabor de tu piel, de la textura de tu ser.
Dijo Vinicio Du Morais: "El amor es eterno mientras dura", quiéreme este instante para que lo infinito se junte en la ley del eterno retorno y podamos reencontrarnos en un espacio o tiempo indefinidos.
Ahora basta de palabras, bésame ahora, tócame el alma destrozada y reconstruye lo que me queda de divino.
Este sí que llegó en el momento justo, parecía que lo esperaba!!
EN EL CEMENTERIO
Con la lluvia se moja la piel,
pero también los ojos, la respiración,
el pelo, las huellas
y se pierden los pasos dados,
se olvida el camino,
se extravían los destinos
y no queda donde ir.
Cuando llueve se acerca la muerte,
escurre, se pega a la piel.
Cierro los ojos, palidezco,
se apaga la respiración,
se humedece la tierra,
me hundo en el recuerdo, me hundo.
Dejó de llover. Todos se alejan
Se borran las huellas, los caminos,
las palabras y las distancias que nos separan.
Ya alguien regresa
y también será olvido.
Así acaban los destinos.
Miguel Rebollo Izquierdo.
EN EL CEMENTERIO
Con la lluvia se moja la piel,
pero también los ojos, la respiración,
el pelo, las huellas
y se pierden los pasos dados,
se olvida el camino,
se extravían los destinos
y no queda donde ir.
Cuando llueve se acerca la muerte,
escurre, se pega a la piel.
Cierro los ojos, palidezco,
se apaga la respiración,
se humedece la tierra,
me hundo en el recuerdo, me hundo.
Dejó de llover. Todos se alejan
Se borran las huellas, los caminos,
las palabras y las distancias que nos separan.
Ya alguien regresa
y también será olvido.
Así acaban los destinos.
Miguel Rebollo Izquierdo.
miércoles, enero 23, 2008
Hola:
He aquí una nota que me sorprendió enormemente. Nunca acabaremos de conocer todas las leyes y reglas de la naturaleza porque se encuentran en constante movimiento. Una prueba más de que los científicos jugamos por momentos a ser Dios pero somos soberbios!!!
Siento mucho no haber hecho la traducción de la nota! Saludos. Disfrútenla o atérrense un rato.
Published online 23 January 2008 Nature 451, 388-389 (2008) doi:10.1038/451388a
News Feature
Virology: The battle within
Viral and microbial interactions within living tissues are more complex than previously thought. Melinda Wenner explores whether a periodic table of the infectious could help sort out the mess.
Melinda Wenner
In 2001, Paulo Lusso asked his colleague Leonid Margolis for a favour. Lusso, a virologist at the San Raffaele Scientific Institute in Milan, Italy, had recently discovered that HIV patients are often co-infected with human herpesvirus 6 (HHV-6). Although typically benign, HHV-6 seemed to hasten HIV progression, and no one knew why. Lusso was studying HHV-6's effects on lymphoid cells but wanted to see what the virus did to whole pieces of lymphoid tissue. So he asked Margolis, a virologist at the US National Institute of Child Health and Human Development in Bethesda, Maryland, and an expert on three-dimensional-tissue, to perform some experiments for him.
Margolis agreed. Human lymph-node tissue was hard to come by, but tonsils, which doctors remove from patients all the time, are also lymphoid tissue — and Margolis had developed an experimental tonsil-tissue system to study HIV pathogenesis. Because HHV-6 infection was often found alongside HIV, Margolis and his colleague Jean-Charles Grivel co-infected tonsil tissue with both viruses. He predicted that the herpesvirus, normally suppressed by the immune system, would be free to replicate in immune-compromised HIV-infected tissue.
But, weeks later, when Grivel analysed the infected tissue, something was wrong. HIV wasn't replicating. Although excited, the scientists didn't want to jump to conclusions, so Grivel performed the experiments again. “There was another three weeks of waiting, which was really very emotional,” Margolis says. Nevertheless, they got the same result. “We couldn't believe our eyes,” Margolis says. HHV-6, at least in this situation, seemed to protect against HIV1.
So infectious agents interact with each other and with hosts in unpredictable ways. An average human body is rife with viruses, and benign and not-so-benign bacteria as well as 'endogenous retroviruses', which buried themselves in the human genome eons ago. This crowded house is a different beast from the sterile cell lines used as models. Scientists such as Margolis therefore argue for a broader approach to virology — one that involves studying infections in a more true-to-life context, predicting their interactions and sometimes taking the unexpected good with the usual bad that infections bring.
“If HIV patients had GBV-C, they were three times more likely to be alive at follow-up.”
Jack Stapleton
That microbes can benefit their hosts is by no means new. For example, bacteria living in the human gut are known to influence immune function, and help our body absorb nutrients. But only recently have scientists suggested that infectious viruses could provide their hosts with benefits as well. Viruses influence the host immune system in significant — and occasionally beneficial — ways, a concept that isn't surprising when one considers that they have been interacting with immune systems for millions of years.
Recently, Herbert 'Skip' Virgin, an immunologist at Washington University School of Medicine in St Louis, Missouri, infected mice with dormant viruses genetically similar to human Epstein–Barr virus and human cytomegalovirus. These viruses, he found, protected the mice from the bacterial pathogens Listeria monocytogenes and Yersinia pestis . Virgin and his colleagues suggest that the viruses upregulate the production of immune factors that prevent further infection rather than interacting directly with the microbes2.
Helping or hindering?
The endogenous retroviruses that cemented their place in human history by infecting the eggs and sperm of our ancestors account for more than 8% of our genome, and some report that as much as half of our genome is composed of fragmented viruses. These viruses seem to influence immune function; for example, the susceptibility of mice to Friend virus, a strain of murine leukaemia virus, is controlled by two genes derived from endogenous retroviruses3. Some have proposed that endogenous retroviruses, long fixed in mammalian genomes, provide the immunosuppression that allows a fetus to develop in its mother's body, despite the differences between the immune systems.
Viruses also interact with each other directly, as Margolis discovered for himself in 2001. Similar viruses sometimes compete with each other, causing one to eventually 'win over' a cell and literally block infection by others. Viruses that are different enough from each other can co-infect cells cooperatively; in a process known as complementation, one virus provides another with a useful protein that it co-opts for its own use. Occasionally, viruses become dependent on other viruses. One such example is hepatitis D, which requires the presence of hepatitis B in order to replicate.
Margolis uncovered why HHV-6 prevents HIV replication under certain conditions. A subtype of HIV, most often found in early infection, generally gains entry into the cell by binding the receptor CCR5. When HHV-6 infects first, however, it instigates production of an immune chemical that binds to CCR5 receptors, blocking HIV's access. HIV can develop resistance to this chemical over time and HHV-6 co-infection may exert selective pressure on HIV to become immune-resistant, or switch to a different co-receptor — a change accompanied by increased HIV virulence. This explains the often poor prognosis of patients infected by both viruses.
Other human viruses influence HIV replication. Margolis found that human herpesvirus 7 (HHV-7) inhibits HIV replication, albeit via a different mechanism from HHV-6 (ref. 4). In 1998, two groups independently reported that HIV patients infected with a seemingly innocuous hepatitis-like virus called GBV-C live longer, although neither group knew why. The studies piqued the interest of Jack Stapleton, director of the University of Iowa's Helen C. Levitt Center for Viral Pathogenesis and Disease in Iowa City, who was, at the time, running an AIDS clinic while studying hepatitis C–HIV interaction.
“Any virus that is not causing disease has the potential to cause disease.”
Robert Gallo
“We thought it was a statistical fluke and that it wouldn't hold up in a larger study,” Stapleton recalls. With access to hundreds of samples, Stapleton decided to replicate the GBV-C study on a group of 362 HIV patients from his clinic. What he found surprised him and confirmed the findings: “If patients had [GBV-C], they were three times more likely to be alive at follow-up,” he says5. Stapleton's subsequent research, along with work completed by a group in Germany, has shown that a GBV-C peptide interferes with early replication of HIV, and that GBV-C, like HHV-6, increases production of an immune chemical that blocks HIV's entry into the cell.
Always dangerous
No one would suggest purposefully infecting individuals with a persistent infection to ward off HIV. After all, one of the hallmarks of viruses is that they evolve quickly. “Any virus that is not causing disease has the potential to cause disease,” says Robert Gallo, director of the Institute of Human Virology at the University of Maryland School of Medicine in Baltimore, and the co-discoverer of HIV. That said, Gallo, who worked with Lusso on the HHV-6 discovery, and his team recently tested the immune chemical produced during HHV-6 infection as a vaginal microbicide in macaque monkeys and found that it significantly lowered risk of contracting a monkey-infecting version of HIV6.
To make further progress, scientists need to expand which viruses they study, and how they study them, Margolis says. They need to use tissue systems that preserve immune function and cellular communication, because cells within tissues communicate with one another differently and have a different architecture than do cells that are cultured in vitro.
Moreover, Margolis suggests, scientists should study infections in tissues harbouring the same persistent viruses present in humans. “If you study a pathogen such as HIV in a cell-culture model where there is no immune system, there is no effect from other microbes that are in the normal state in an infected human,” says Stapleton. “You're really missing important factors that will influence the pathogenesis.”
“I fantasize about creating a periodic table of microbes.”
Leonid Margolis
What would be ideal, says Margolis, is a table, not unlike Mendeleev's table of the elements, for infectious agents. “I fantasize about creating a periodic table of microbes,” he says. Each cell in the table might feature the name of the microbe, the immune factors it affects, the receptors it uses and the signalling systems it incorporates, he says. Just as the elemental version predicts how two substances react with one another, the periodic table of microbes would predict how two microbes interact in the human body.
“It's off the wall, but it could generate enormous insights,” says Michael Lederman, the director of the Center for AIDS Research at Case Western Reserve University in Cleveland, Ohio. Other scientists say that although such a table may have some practical value, the concept is potentially more interesting as a catalyst for scientific ideas and approaches. Philip Murphy, chief of the Laboratory of Molecular Immunology at the US National Institute of Allergy and Infectious Diseases in Bethesda, Maryland, says that scientists can only get so far with existing tissue and animal models. “Pathogens are very host-limited, so there is a whole range of human pathogens that you could never do an experiment with in mice models,” he says. For example, although Margolis's lymphoid-tissue model is incredibly useful, he says, there are a number of pathogens that will never infect lymphoid tissue. Scientists will, in other words, need to get creative.
Expanding the study of virology in these ways is challenging for other reasons, too. It is difficult, for example, for a scientist with expertise in DNA viruses such as herpesviruses to study their interactions with RNA viruses such as HIV. But collaboration can help, and although broadening the context of virology might make experiments more complicated, it will also make them more realistic, Margolis says. “In a more complicated system, you probably can understand less,” he admits. “But what you understand is really relevant.”
He aquí una nota que me sorprendió enormemente. Nunca acabaremos de conocer todas las leyes y reglas de la naturaleza porque se encuentran en constante movimiento. Una prueba más de que los científicos jugamos por momentos a ser Dios pero somos soberbios!!!
Siento mucho no haber hecho la traducción de la nota! Saludos. Disfrútenla o atérrense un rato.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Published online 23 January 2008 Nature 451, 388-389 (2008) doi:10.1038/451388a
News Feature
Virology: The battle within
Viral and microbial interactions within living tissues are more complex than previously thought. Melinda Wenner explores whether a periodic table of the infectious could help sort out the mess.
Melinda Wenner
In 2001, Paulo Lusso asked his colleague Leonid Margolis for a favour. Lusso, a virologist at the San Raffaele Scientific Institute in Milan, Italy, had recently discovered that HIV patients are often co-infected with human herpesvirus 6 (HHV-6). Although typically benign, HHV-6 seemed to hasten HIV progression, and no one knew why. Lusso was studying HHV-6's effects on lymphoid cells but wanted to see what the virus did to whole pieces of lymphoid tissue. So he asked Margolis, a virologist at the US National Institute of Child Health and Human Development in Bethesda, Maryland, and an expert on three-dimensional-tissue, to perform some experiments for him.
Margolis agreed. Human lymph-node tissue was hard to come by, but tonsils, which doctors remove from patients all the time, are also lymphoid tissue — and Margolis had developed an experimental tonsil-tissue system to study HIV pathogenesis. Because HHV-6 infection was often found alongside HIV, Margolis and his colleague Jean-Charles Grivel co-infected tonsil tissue with both viruses. He predicted that the herpesvirus, normally suppressed by the immune system, would be free to replicate in immune-compromised HIV-infected tissue.
But, weeks later, when Grivel analysed the infected tissue, something was wrong. HIV wasn't replicating. Although excited, the scientists didn't want to jump to conclusions, so Grivel performed the experiments again. “There was another three weeks of waiting, which was really very emotional,” Margolis says. Nevertheless, they got the same result. “We couldn't believe our eyes,” Margolis says. HHV-6, at least in this situation, seemed to protect against HIV1.
So infectious agents interact with each other and with hosts in unpredictable ways. An average human body is rife with viruses, and benign and not-so-benign bacteria as well as 'endogenous retroviruses', which buried themselves in the human genome eons ago. This crowded house is a different beast from the sterile cell lines used as models. Scientists such as Margolis therefore argue for a broader approach to virology — one that involves studying infections in a more true-to-life context, predicting their interactions and sometimes taking the unexpected good with the usual bad that infections bring.
“If HIV patients had GBV-C, they were three times more likely to be alive at follow-up.”
Jack Stapleton
That microbes can benefit their hosts is by no means new. For example, bacteria living in the human gut are known to influence immune function, and help our body absorb nutrients. But only recently have scientists suggested that infectious viruses could provide their hosts with benefits as well. Viruses influence the host immune system in significant — and occasionally beneficial — ways, a concept that isn't surprising when one considers that they have been interacting with immune systems for millions of years.
Recently, Herbert 'Skip' Virgin, an immunologist at Washington University School of Medicine in St Louis, Missouri, infected mice with dormant viruses genetically similar to human Epstein–Barr virus and human cytomegalovirus. These viruses, he found, protected the mice from the bacterial pathogens Listeria monocytogenes and Yersinia pestis . Virgin and his colleagues suggest that the viruses upregulate the production of immune factors that prevent further infection rather than interacting directly with the microbes2.
Helping or hindering?
The endogenous retroviruses that cemented their place in human history by infecting the eggs and sperm of our ancestors account for more than 8% of our genome, and some report that as much as half of our genome is composed of fragmented viruses. These viruses seem to influence immune function; for example, the susceptibility of mice to Friend virus, a strain of murine leukaemia virus, is controlled by two genes derived from endogenous retroviruses3. Some have proposed that endogenous retroviruses, long fixed in mammalian genomes, provide the immunosuppression that allows a fetus to develop in its mother's body, despite the differences between the immune systems.
Viruses also interact with each other directly, as Margolis discovered for himself in 2001. Similar viruses sometimes compete with each other, causing one to eventually 'win over' a cell and literally block infection by others. Viruses that are different enough from each other can co-infect cells cooperatively; in a process known as complementation, one virus provides another with a useful protein that it co-opts for its own use. Occasionally, viruses become dependent on other viruses. One such example is hepatitis D, which requires the presence of hepatitis B in order to replicate.
Margolis uncovered why HHV-6 prevents HIV replication under certain conditions. A subtype of HIV, most often found in early infection, generally gains entry into the cell by binding the receptor CCR5. When HHV-6 infects first, however, it instigates production of an immune chemical that binds to CCR5 receptors, blocking HIV's access. HIV can develop resistance to this chemical over time and HHV-6 co-infection may exert selective pressure on HIV to become immune-resistant, or switch to a different co-receptor — a change accompanied by increased HIV virulence. This explains the often poor prognosis of patients infected by both viruses.
Other human viruses influence HIV replication. Margolis found that human herpesvirus 7 (HHV-7) inhibits HIV replication, albeit via a different mechanism from HHV-6 (ref. 4). In 1998, two groups independently reported that HIV patients infected with a seemingly innocuous hepatitis-like virus called GBV-C live longer, although neither group knew why. The studies piqued the interest of Jack Stapleton, director of the University of Iowa's Helen C. Levitt Center for Viral Pathogenesis and Disease in Iowa City, who was, at the time, running an AIDS clinic while studying hepatitis C–HIV interaction.
“Any virus that is not causing disease has the potential to cause disease.”
Robert Gallo
“We thought it was a statistical fluke and that it wouldn't hold up in a larger study,” Stapleton recalls. With access to hundreds of samples, Stapleton decided to replicate the GBV-C study on a group of 362 HIV patients from his clinic. What he found surprised him and confirmed the findings: “If patients had [GBV-C], they were three times more likely to be alive at follow-up,” he says5. Stapleton's subsequent research, along with work completed by a group in Germany, has shown that a GBV-C peptide interferes with early replication of HIV, and that GBV-C, like HHV-6, increases production of an immune chemical that blocks HIV's entry into the cell.
Always dangerous
No one would suggest purposefully infecting individuals with a persistent infection to ward off HIV. After all, one of the hallmarks of viruses is that they evolve quickly. “Any virus that is not causing disease has the potential to cause disease,” says Robert Gallo, director of the Institute of Human Virology at the University of Maryland School of Medicine in Baltimore, and the co-discoverer of HIV. That said, Gallo, who worked with Lusso on the HHV-6 discovery, and his team recently tested the immune chemical produced during HHV-6 infection as a vaginal microbicide in macaque monkeys and found that it significantly lowered risk of contracting a monkey-infecting version of HIV6.
To make further progress, scientists need to expand which viruses they study, and how they study them, Margolis says. They need to use tissue systems that preserve immune function and cellular communication, because cells within tissues communicate with one another differently and have a different architecture than do cells that are cultured in vitro.
Moreover, Margolis suggests, scientists should study infections in tissues harbouring the same persistent viruses present in humans. “If you study a pathogen such as HIV in a cell-culture model where there is no immune system, there is no effect from other microbes that are in the normal state in an infected human,” says Stapleton. “You're really missing important factors that will influence the pathogenesis.”
“I fantasize about creating a periodic table of microbes.”
Leonid Margolis
What would be ideal, says Margolis, is a table, not unlike Mendeleev's table of the elements, for infectious agents. “I fantasize about creating a periodic table of microbes,” he says. Each cell in the table might feature the name of the microbe, the immune factors it affects, the receptors it uses and the signalling systems it incorporates, he says. Just as the elemental version predicts how two substances react with one another, the periodic table of microbes would predict how two microbes interact in the human body.
“It's off the wall, but it could generate enormous insights,” says Michael Lederman, the director of the Center for AIDS Research at Case Western Reserve University in Cleveland, Ohio. Other scientists say that although such a table may have some practical value, the concept is potentially more interesting as a catalyst for scientific ideas and approaches. Philip Murphy, chief of the Laboratory of Molecular Immunology at the US National Institute of Allergy and Infectious Diseases in Bethesda, Maryland, says that scientists can only get so far with existing tissue and animal models. “Pathogens are very host-limited, so there is a whole range of human pathogens that you could never do an experiment with in mice models,” he says. For example, although Margolis's lymphoid-tissue model is incredibly useful, he says, there are a number of pathogens that will never infect lymphoid tissue. Scientists will, in other words, need to get creative.
Expanding the study of virology in these ways is challenging for other reasons, too. It is difficult, for example, for a scientist with expertise in DNA viruses such as herpesviruses to study their interactions with RNA viruses such as HIV. But collaboration can help, and although broadening the context of virology might make experiments more complicated, it will also make them more realistic, Margolis says. “In a more complicated system, you probably can understand less,” he admits. “But what you understand is really relevant.”
miércoles, enero 02, 2008
¿FELIZ? AÑO 2008!!!
Empezaré esta entrada deseándoles un año próspero y feliz.
Hace tiempo que me siento bloqueada en cuanto a lo que debo escribir en este blog, para muchos el tener una paginita como ésta, representa un ahorro de muchos pesos en sesiones con el psicólogo y debo confesar que yo lo he utilizado para ello. Para otros significa la oportunidad de compartir toda la verborrea mental que papalotea en el organillo gris de la azotea. Unos tratan de ser lo más correctos en cuanto a redacción, ortografía y lenguaje, mientras que otros más sueltan sus textos como los van sintiendo, así directos y crudos, con toda clase de calificaciones e improperios (jajajajaja). Cuando comencé con este blog estaba totalmente motivada por la frase que el señorón Zolliker tiene en su "Realidad Novelada" que versa así: "Existen dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo”.-Wilde
También he reflexionado sobre si compartir tus pensamientos por este medio ayudará a la sociedad para corregir vicios o si es sólo un ejercicio que al único que beneficia es al EGO personal.
Muchas interrogantes han surgido y no tengo respuesta para ellas; si bien es cierto que es muy agradable (mi ego lo agradece) ver publicados algunos textos y se necesita también valor para mostrar en letras y oraciones algunos sentimientos de frustración y tristeza que leerán no sé cuántos lectores o visitantes a este blog y te analizarán entre líneas. Muchas de mis entradas suenan a concientización, pero realmente cuántas personas (si es que hay) leen lo que muestro aquí, y de esas cuántas verán lo escrito y reflexionarán al respecto. De cualquier forma este año mis textos se irán sin tallerear, serán más cortos pero más sinceros, disculpen que no todos los días tenga entradas brillantes y pulidas.
Sí sueno un poco negativa, decepcionada y amargada, pero este nuevo año no se ve mucho más prometedor que mis palabras.
Este año lo empezamos con aumentos en la gasolina, en la canasta básica, en los servicios de agua potable, con el TLC en toda su extensión y con SÓLO UN AUMENTO EN EL SALARIO DE
4%, en mi estado no llega ni a $50 diarios.
En fin, no diré más, y que esta entrada hable por sí misma aunque no sirva de nada, ahí va.
Empezaré esta entrada deseándoles un año próspero y feliz.
Hace tiempo que me siento bloqueada en cuanto a lo que debo escribir en este blog, para muchos el tener una paginita como ésta, representa un ahorro de muchos pesos en sesiones con el psicólogo y debo confesar que yo lo he utilizado para ello. Para otros significa la oportunidad de compartir toda la verborrea mental que papalotea en el organillo gris de la azotea. Unos tratan de ser lo más correctos en cuanto a redacción, ortografía y lenguaje, mientras que otros más sueltan sus textos como los van sintiendo, así directos y crudos, con toda clase de calificaciones e improperios (jajajajaja). Cuando comencé con este blog estaba totalmente motivada por la frase que el señorón Zolliker tiene en su "Realidad Novelada" que versa así: "Existen dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo”.-Wilde
También he reflexionado sobre si compartir tus pensamientos por este medio ayudará a la sociedad para corregir vicios o si es sólo un ejercicio que al único que beneficia es al EGO personal.
Muchas interrogantes han surgido y no tengo respuesta para ellas; si bien es cierto que es muy agradable (mi ego lo agradece) ver publicados algunos textos y se necesita también valor para mostrar en letras y oraciones algunos sentimientos de frustración y tristeza que leerán no sé cuántos lectores o visitantes a este blog y te analizarán entre líneas. Muchas de mis entradas suenan a concientización, pero realmente cuántas personas (si es que hay) leen lo que muestro aquí, y de esas cuántas verán lo escrito y reflexionarán al respecto. De cualquier forma este año mis textos se irán sin tallerear, serán más cortos pero más sinceros, disculpen que no todos los días tenga entradas brillantes y pulidas.
Sí sueno un poco negativa, decepcionada y amargada, pero este nuevo año no se ve mucho más prometedor que mis palabras.
Este año lo empezamos con aumentos en la gasolina, en la canasta básica, en los servicios de agua potable, con el TLC en toda su extensión y con SÓLO UN AUMENTO EN EL SALARIO DE
4%, en mi estado no llega ni a $50 diarios.
En fin, no diré más, y que esta entrada hable por sí misma aunque no sirva de nada, ahí va.
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