lunes, enero 28, 2008

Este sí que llegó en el momento justo, parecía que lo esperaba!!



EN EL CEMENTERIO


Con la lluvia se moja la piel,
pero también los ojos, la respiración,
el pelo, las huellas
y se pierden los pasos dados,
se olvida el camino,
se extravían los destinos
y no queda donde ir.

Cuando llueve se acerca la muerte,
escurre, se pega a la piel.
Cierro los ojos, palidezco,
se apaga la respiración,
se humedece la tierra,
me hundo en el recuerdo, me hundo.

Dejó de llover. Todos se alejan
Se borran las huellas, los caminos,
las palabras y las distancias que nos separan.
Ya alguien regresa
y también será olvido.
Así acaban los destinos.


Miguel Rebollo Izquierdo.

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