miércoles, septiembre 06, 2006

TIRANOS O POLÍTICOS, O POLÍTICOS TIRANOS.

Las personalidades tiránicas así como las pasivas y manipulables se vislumbran desde la infancia y se exacerban en la adolescencia donde se conoce y se aplica la ley de la selva, la sobrevivencia del más fuerte y violento, la defensa del territorio, el macho dominante tras la gacela saltarina.
El instinto primitivo que domina sobre el criterio aún no formado. Guíados por las hormonas y el cerebelo en la oscuridad. Dando tumbos hacia un lugar desconocido.
Los tiranos en potencia son los verdugos de los más débiles e introvertidos, su lenguaje está compuesto por el sarcasmo ácido y vil. Se sienten poderosos porque tienen algunos seguidores y ellos piensan que es por su magnetismo, por su simpatía, por aquello que llaman "popularidad" y no se dan cuenta que esos seres que lo siguen, lo hacen por estar del lado seguro y no del que muy probablemente sufrirían vejaciones y humillaciones sin límite. A menudo se dice que los niños pueden ser crueles, pero nada se compara a esos híbridos que no son niños, ni jóvenes y mucho menos adultos. Quimeras con la mimesis a su máxima expresión.
Los tiranos suelen confundirse con líderes, y no siempre son alumnos sobresalientes sino que desarrollan el don del lenguaje y la discusión con fines egoístas y para llevar una vida fácil. Esos tiranos adolescentes los vemos a menudo al crecer en los curules, en las campañas, en los puestos de elección popular.
La principal característica de un tirano es el narcisismo, aquí cito algunos puntos conductuales de la personalidad narcisista para analizar.
1. Tiene un grandioso sentido de autoimportancia (por ejemplo, exagera los logros y capacidades, espera ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados).
2. Está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios.
3. Cree que es "especial" y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) que son especiales o de alto status.
4. Exige una admiración excesiva.
5. Es muy pretencioso, por ejemplo, expectativas irrazonables de recibir un trato de favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas.
6. Es interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas.
7. Carece de empatía: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.
8. Frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él.
9. presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbio.

Aquí en este momento y a esta hora no se discuten personalidades y al que le quede el saco que se lo ponga. Y cuéntenselo al candidato que más confianza le tengan.

1 comentario:

J.S. Zolliker dijo...

Excelente!
Veremos si no nos queman en leña verde, tanto por discentir, como por no hacerlo ;) jejeje. Un TAF!