lunes, junio 25, 2007

Y LOS SACERDOTES VIVEN, AAAAASÍ...

El trabajo del sacerdote católico es ampliamente redituable y satisfactorio. Y no me refiero a la tranquilidad de conciencia ni al contrato donde se les garantiza la entrada al reino de los cielos. Quiero resaltar la parte material, supérflua, primitiva y pecadora.
Los sacerdotes desde que se ordenan y les asignan la parroquia de una comunidad, por muy retirada y pobre que esté, tienen a su disposición un lugar donde dormir, en el que siempre hay una mujer encargada de cubrir todas sus necesidades.
Además de que todas las personas son capaces de quitarse el pan de la boca con tal de obtener ciertos favores del nuevo cura. Estos, consisten en cuestiones litúrgicas propias de los dogmas católicos. Un fax con comunicación directa con los altos mandos para obtener resultados favorables en múltiples asuntos.
La mercadotecnia de la fé, es más efectiva que la utilizada en el mercadeo de objetos materiales, debido a que impregna más profundamente a los receptores del anuncio publicitario. Con promesas de salvación, de perdón de los pecados, la resurrección de los pecados y la vida eterna.
Pero volvamos al punto de partida de esta entrada. Los sacerdotes tienen alcohol ad libitum, cada vez que ofician una misa, tienen la venia del señor (el de los cielos) para contentar sus deseos instintivos convirtiendo en vicio este hecho simbólico de la sangre de Cristo. Dicho en palabras sencillas que podrían significar el desterramiento de mi blog, los llamaremos por su nombre. Son alcohólicos.
No les falta nunca nada porque si lo anterior no fuera suficiente, los feligreses todavía tienen la idea medievalesca de pagar el diezmo aunque sea en especie. Ya sea con huevitos de su granja, semillas, la donación de la primogénita pa' k atienda al padre, etc.
Cuando hay reunión de generación "seminarística" se organizan grandes comelitones, donde se ingieren los mejores vinos, hay música y en algunos lugares hasta baile, síiiii algunos sacerdotes bailan.
Total, que se la pasan cotorra. Uds. dirán está bien, todo lo tienen, pero su vida está entregado al celibato, a la evangelización, a la consejería de las pobres almas descarriadas (como la mía). Pero el asunto del abatimiento de la líbido es punto y aparte ya que últimamente se ha filtrado información incómoda acerca de la vida sexual de los voceros de Dios.
Entonces más que una demanda, esta entrada es un reproche debido a que si ya se hubiera aceptado la ordenación de las mujeres en la vida católica sacerdotal, yo podría dejar de preocuparme por trabajar y obtener dinero suficiente para comer mañana.

2 comentarios:

Fat simple guy dijo...

Hola Are, es un aporte certero, "incendiario" no, para quien está consciente de que quien porta una sotana no es más santo que el resto de la manada. Después de que enumeras tantas situaciones, me queda la inquietud si realmente habría diferencia si las mujeres fueran curas. Me parece que el mal no radica en el género sino en la naturaleza misma de nuestra especie, y los valores que culturalmente, y socialmente engrandecemos. Así que salud! por un buen aporte, y venga toda la discusión necesaria.

Un abrazo,Toño.

J.S. Zolliker dijo...

Cuando se emitió en Concilio la nueva ley vaticana que establecía que a partir de entonces los sacerdotes no se podrían casar, se hizo contemplando que al tener familia propia, tenían que ver primero por su patrimonio, antes que el patrimonio clerical. Esa es la misma razón por la cual no se ordenan mujeres, por si quedasen embarazadas... yo no lo sé de cierto, pero supongo... ;)