viernes, octubre 20, 2006

"C'est la vie".
Hay veces que el vivir es agotador y cruel.
En este espacio siempre he escrito acerca del poder de uno, y de que cambiando poco a poco nuestra conducta podremos convertirnos en un retrovirus con capacidad altamente infectante que pueda promover el cambio profundo de las conciencias para así poder mejorar la vida en este país que amo con locura.
Pero en los hechos cotidianos no siempre se ven recompensados nuestros intentos de vivir mejor y en armonía. A menudo nos topamos con personas apáticas, frívolas y finalmente crueles. Esa teoría tantas veces abordada en este blog aparece como una metáfora utópica, una ingenuidad propia de los niños y confundida con delirios alucinantes de un mundo feliz.
He recibido muchos golpes estos días, me he sentido derrotada al platicar con personas jóvenes, preparadas y pensantes, concientes de la realidad en que vivimos. Una realidad pesimista y oscura. Si bien es cierto que es fácil detectar los innumerables errores en que nuestro país ha degenerado, no se diga por nuestros gobernantes, la policía, el ejército, los pedagogos de las aulas y un largo etcétera; sin embargo no es suficiente con darse cuenta de los problemas y hundirnos en un marasmo de brazos caídos. Tenemos que ser propositivos, ser ciudadanos responsables que no solo critiquemos el sistema. Y aunque me tachen y me ataquen por "ingenua" y por lo que algunos piensan es vivir en el onirismo total, yo seguiré intentando.
Es difícil reconstruir un país en crisis, con vicios añejos de tan practicados. Si tan sólo dejáramos a un lado nuestro instinto de coincidir con las masas tan sólo con el aliento de subrayar las faltas y empecemos desde cero, no importándonos las sonrisas sarcásticas cuando te miren haciendo bien las cosas y piensen en el fondo que con esa actitud nunca conseguirás una alta posición social o económica. Dejar de repetir los ciclos que hasta los dichos populares acentúan, como el que se hizo famoso por una película mexicana que dice "El que no tranza, no avanza". No, no, y mil veces no. Debemos purificar nuestras conciencias sociales de esa plaga mediocre, de ese apatismo que cae en el mutismo.
Educa a los que te rodean, promueve la lectura, haz verdadera protesta contra el manipuleo de los medios de comunicación vendidos. Si no te gusta un programa televisivo, ten el valor de apagar el televisor o cambiar el canal; algo sencillo que puede tener consecuencias dramáticas.
Defiende tus opiniones en una forma coherente con tus acciones. Enseña con el ejemplo y sé implacable contra el fanatismo y la corrupción.
Esto no es un texto de superación personal, es un grito que clama por ayuda, que suplica por la unidad y que pide encarecidamente que reine la razón y la tolerancia en todos los círculos, medios y actitudes. Formemos un país DEMOCRÁTICO verdadero y no las caretas que nos han manejado a través de todas las luchas, las revoluciones. Infórmate bien y comparte el conocimiento, ya que éste no pertenece sólo a los que por sus condiciones les sea ofrecido, sino a todo aquel que quiera tener una mejor vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Espero de todo corazón que mucha gente llegue a pensar igual... pero mientras eso sucede, mientras otras personas empiezan a abrir los ojos y a darse cuenta del increíble poder que tienen para cambiar las cosas para bien, tienes en mí una humilde aliada que ha hecho hasta lo imposible por evitar que la gente tire basura en la calle. Por algo se empieza =), saludos Clon!