jueves, febrero 02, 2006

AUSENCIA

Yo Penélope, tejí un capullo de sal
Para morirme a tus caricias,
Quedarme atrapada en el espacio
De tus ojos.

Ser sin rostro,
Olor de ausencia en la vida de mi piel,
Llévate tus labios de mar
Y escucha el suspiro del viento.

Mis raíces se desprenden
Y empiezo a caminar entre las sombras,
Vagos recuerdos
Sonidos húmedos
Que callan con descaro
Mi secreto a voces.

El viento compone sinfonías líquidas
Mientras me hundo bajo los cerros dormidos,
Y empieza a renacer entre mis dedos
La vida perenne y dócil.

No hay comentarios.: